La buena energía entre los cantantes Pipe Bueno y Luis Alfonso se percibe en el video de Lo bueno no dura, su primera colaboración. También se siente fuera de las pantallas y los escenarios: se hacen bromas y se tratan como buenos amigos, así su amistad no sea tan larga.
El tema, lanzado el nueve de septiembre, hace parte del disco La Terraza, grabado en vivo. Este trabajo musical llega a las audiencias después de Ayer, hoy y siempre, álbum de covers que le dio celebridad a Luis Alfonso en las redes sociales y en los escenarios colombianos. Y lo hizo de tal manera que se convirtió en el primer vocalista de música popular en ser fichado por el sello Sony Latin.
“Nosotros nos conocimos por la profesión y por esta canción. Un día Lucho me envía la canción y la canción me pegó en el pecho, me revolvió los cunchos. Hablé con él y le dije: ‘me gustaría que viniera a mi casa, nos tomamos un par de tequilas porque le quiero escribir algo la canción, ponerle un poco de mi esencia’. Lucho es bien gracioso, es una persona con la que uno se ríe todo el día. Uno en la música trabaja con las emociones y si uno trabaja con gente con la que uno no vibra, ahí no va a pasar nada. Nos volvimos parceros”, le contó a EL COLOMBIANO el cantante de Recostada en la cama.
“La canción nace una tarde de inspiración con mi guitarra. Me encerré en una piecita y era muy difícil concentrarme porque la casa no era muy grande y quedaba pegada a la carretera. Pero ese día estuve juicioso y empecé a escribir y en veinte minutos ya estaba el tema”, completa la historia Luis Alfonso. Una vez terminada se la mostró a Pablo Arango, un amigo de ambos, y este de inmediato le dijo que la letra se ajustaba al estilo de Bueno, por su acento romántico.
Bueno recuerda el proceso de grabación del tema con una sonrisa y una pizca de asombro: “Pasa algo particular: confieso que jamás en vida me había demorado tan poquito en la grabación de un vídeo musical. Me he tirado diez, doce, catorce horas. Y aquí con Lucho comenzamos a rodar: cantamos la canción tres veces, es decir quince minutos y él me dijo: Listo, papi, ya terminamos. Le dije: ¿cómo así que ya? Sí, me respondió, ya acabamos. No lo podía creer”.
En el rodaje de otra canción Bueno tardó más de 24 horas frente a las cámaras. Por eso cuenta la anécdota con una sonrisa de admiración. Al parecer, la fórmula resultó exitosa: la canción esta a un paso de sobrepasar el millón de reproducciones en Youtube.